30,474
edits
No edit summary |
No edit summary |
||
| Line 36: | Line 36: | ||
En los reinos angélicos, los poderosos [[Special:MyLanguage/Seraphim|serafines]] y los protectores [[Special:MyLanguage/Cherubim|querubines]] reciben la responsabilidad de proteger el concepto inmaculado de la vida. | En los reinos angélicos, los poderosos [[Special:MyLanguage/Seraphim|serafines]] y los protectores [[Special:MyLanguage/Cherubim|querubines]] reciben la responsabilidad de proteger el concepto inmaculado de la vida. | ||
Los serafines cuidan del foco de la Presencia Electrónica del Todopoderoso —el mayor Vigilante Silencioso de todos— en el mar flamígero de cristal en el mismísimo corazón del Eje. Mezclándose con el cristal y la llama, danzan ante el trono en un ciclo de veinticuatro «horas» o ciclo de veinticuatro fases. | Los serafines cuidan del foco de la [[Special:MyLanguage/Electronic Presence|Presencia Electrónica]] del Todopoderoso —el mayor Vigilante Silencioso de todos— en el mar flamígero de cristal en el mismísimo corazón del Eje. Mezclándose con el cristal y la llama, danzan ante el trono en un ciclo de veinticuatro «horas» o ciclo de veinticuatro fases. | ||
Cada «hora» un nuevo grupo de serafines llega desde lejanos confines del cosmos para asumir su lugar sobre la plataforma que gira en torno a la Gran Llama de la Vida, foco del Dios Altísimo. Según van llegando, otro grupo se marcha y así sucesivamente cada ciclo de veinticuatro «horas». Por tanto, los grupos de serafines, cada uno en múltiplos de 144.000, permanecen ante la presencia de Dios veinticuatro «horas» y sirven en el mundo de la forma una «hora». Saturados con la radiación de fuego cristalino de Dios mismo, los serafines no pueden contaminarse nunca con las evoluciones no ascendidas (como sí lo fueron los ángeles que cayeron con Lucifer), porque es imposible reducir la frecuencia de sus auras santas. | Cada «hora» un nuevo grupo de serafines llega desde lejanos confines del cosmos para asumir su lugar sobre la plataforma que gira en torno a la Gran Llama de la Vida, foco del Dios Altísimo. Según van llegando, otro grupo se marcha y así sucesivamente cada ciclo de veinticuatro «horas». Por tanto, los grupos de serafines, cada uno en múltiplos de 144.000, permanecen ante la presencia de Dios veinticuatro «horas» y sirven en el mundo de la forma una «hora». Saturados con la radiación de fuego cristalino de Dios mismo, los serafines no pueden contaminarse nunca con las evoluciones no ascendidas (como sí lo fueron los ángeles que cayeron con Lucifer), porque es imposible reducir la frecuencia de sus auras santas. | ||